Ding, dong, ding... ¡soporte!

Los supermercados y las grandes superfícies cuentan con un gran potencial que muy pocos saben aprovechar: los altavoces. Lejos de los carteles, los aéreos, los tótems, las banderolas, los displays e, incluso, las dichosas flashmobs, los creadores de esta campaña han sabido sacar un gran partido a la megafonía del centro comercial más grande de Bélgica. Y, lo mejor, sacar también más de una sonrisa a uno de sus clientes (seguramente el ROI de la campaña, también ha sido para sonreír).

La locución que escucharéis forma parte de una campaña para lanzar el Opvoedingslijn, un servicio de asistencia telefónica para padres que necesitan asesoramiento y un poco de ayuda en la educación de sus hijos. En este caso el hijo protagonista es Robin, un niño que estaba de compras con sus padres y se extravió. Por "suerte", fue encontrado por una de las responsables del centro, que intentó avisar a los padres por el altavoz, mientras el pequeño hacía de las suyas...